miércoles, 16 de septiembre de 2015

EN BUSCA DEL KOALA: GREAT OCEAN ROAD .CUARTA ETAPA VIAJE AUSTRALIA NIÑOS


EN BUSCA DEL KOALA: GREAT OCEAN ROAD.

Amanecía en Melbourne cuando todavía nos disponíamos a ir a recoger nuestro vehículo de alquiler.

Al principio cuando estuvimos mirando para alquilar un vehículo miramos los relocation que son servicios que ofrecen las compañías de alquiler de coches para recolocar sus coches de forma muy económica de una ciudad a otra pero al final como necesitábamos el coche 9 días porque íbamos a pasar por Canberra a visitar a la familia y lo íbamos a entregar en Sídney decidimos realizar un alquiler normal. Alquilamos un vehículo de tipo medio en Herzt Australia por 9 días desde Melbourne a Sídney con Seguro a todo riesgo por 484 dólares.

Cuando Alquilas un coche en Melbourne te vas encontrando pequeños inconvenientes que provocan que al final salgas mas tarde de la ciudad de lo que pensabas.

El primero es que cuando llegas a la oficina te dicen que te tienes que registrar en una web para que al pasar los peajes que hay en Sídney cerca del aeropuerto no te toque luego pagar una multa sustanciosa. Si te registras en una web que ellos te comentan, la compañía de alquiler se hace cargo del trámite.

Coges el coche, y  a la complicación de tener el volante a la izquierda y sus consiguientes mandos cambiados de lado se suma que en Melbourne debido a la circulación de los tranvías la normas de circulación son diferentes; para girar a la izquierda te tienes que poner a la derecha…y además llevas en el coche a una madre histérica como yo, que ve venir el tranvía de frente y chilla como una posesa mientras los dos niños se ríen a carcajadas…En fin toda una aventura.

La great Ocean Road es una carretera bastante sinuosa y con unas vistas estupendas pero bien es cierto que conducir por ella no es nada sencillo. Los carriles son estrechos y el camino es bastante largo ya que los límites de velocidad son bajos y que en invierno el clima hace más complicado si cabe ir por ella.  Los niños  fueron todo el camino mirando por las ventanas en busca de los Koalas en libertad. Todo el camino está repleto de árbol de eucalipto así que era posible que vieran alguno. Lo encontramos cuando menos lo esperábamos. Lucía siempre se ha mareado en el coche, y esta vez y con tantas curvas no iba ser menos; se mareo y vomitó en una bolsa y paramos para limpiarla y tirar el contenido de la bolsa. Cuál fue nuestra sorpresa que ahí mismo, a un lado de la carretera, a un metro de nuestras cabezas había un koala rechonchete que nos miraba fijamente con sus ojitos pequeños. Tal fue la emoción de los cuatro que nos pusimos a chillar como locos y a hacerle fotos y hasta le pusimos nombre: le llamamos Michelín. Nos salimos del camino hacia un faro en cuyo camino habíamos leído que había más koalas pero no volvimos a ver ninguno tan de cerca, ya los que vimos se encontraban más altos.
 
 
 


En la Great Ocean Road vimos la playa de los doce apóstoles (una zona rocosa sin igual con doce monolitos que tienen formas muy curiosas debido a la erosión) pero es verdad que empezó a llover y tuvimos que irnos rápido del lugar.
 
 


Hicimos el recorrido de la Great Ocean Road hasta el pueblo de Warnabool, tardamos en total unas 8-9 horas de viaje, que es un pueblo costero en el que las ballenas en los meses de invierno van a tener a sus crías cerca de la costa y dicen que se las puede ver en ocasiones. Le llaman el pueblo guardería de las ballenas. Nosotros no tuvimos suerte y nos fuimos de allí sin ver ninguna, pero eso ya os lo cuento en la siguiente etapa del viaje…

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