martes, 4 de marzo de 2014

Atenas en un abrir y cerrar de ojos con niños


 

ATENAS EN UN ABRIR Y CERRAR DE OJOS.

El día que llegamos para visitar Atenas fue un día de calor absolutamente insoportable. Una recomendación si visitáis en crucero esta ciudad con niños es que salgáis del barco lo más temprano posible ya que el calor puede hacer muy difícil la visita a esta maravillosa ciudad antigua.
 


Nosotros decidimos hacer la visita a Atenas por libre ya que habíamos estado leyendo que no muy complicada de hacer. Para que no resulte un aburrimiento para la más pequeños ( que entre el calor y tanta piedra el día le puede resultar soporífero) podemos prepararla contándoles teatralizando un poquito de mitología griega y contarles el significado que tenían algunos edificios para los antiguos y así lleguen con ganas de ver esos lugares de los que les hemos hablado. Como la visita en barco es de apenas unas horas, es conveniente que no pretendáis ver las máximas cosas posibles, sino que las que veamos las aprovechemos bien. Por esa razón decidimos como visita obligatoria visitar la acrópolis y debido al calor decidimos después coger un bus turístico que nos llevaría dando una vuelta por la ciudad para hacernos una idea y luego con otra línea que tenia dicha compañía nos llevaría de vuelta al Pireo. Un día en Atenas con niños muy pequeños y temperaturas que superen los 40 grados puede hacerse muy cuesta arriba, así que muchas familias optan por la opción de dejar a los niños en los barcos  en el club infantil, eso  depende de vosotros pero el calor es un factor muy a tener en cuenta a la hora de visitar esta ciudad.
 

Desde el puerto del Pireo es muy sencillo llegar hasta la Acrópolis que es lo principal que decidimos nosotros visitar. Sales del puerto y comienzas a caminar hacia la izquierda rodeando el puerto durante unos 20 minutos hasta llegar a un puente elevado en la calle Alipedom donde veréis un edificio en seguida que es el del metro. Os puede pasar como a nosotros que durante el trayecto numerosos taxistas te proponen de manera muy insistente que contrates con ellos la visita a la ciudad; eso forma ya parte de vuestra elección; nosotros sabíamos que el metro estaba cerca y que era muy económico (1 euro el billete los adultos y niños gratuito) así que hicimos caso omiso y continuamos nuestro camino. El Pireo es la última parada del metro por lo que no tiene nada de complicación llegar a la Acrópolis, solo hay una vía de ida de la línea 1 verde. No os olvidéis de validar vuestro billete en las maquinas antes de subir al tren.

Nos bajamos en la estación de Thisio y subiendo por la calle peatonal Apostolov paulov (una de las calles peatonales más largas del mundo con 3,5 km)comenzamos a ascender al monte de la Acrópolis. Tras un ratito de ascenso llegamos a la Acrópolis. La Acrópolis es lo que no podemos perdernos si pasamos por Atenas, su lugar más emblemático. La entrada para los adultos son 12 euros y para los niños es gratuita.

La Acrópolis de Atenas está situada sobre una cima, que se alza 156 metros sobre el nivel de mar.

La entrada a la Acrópolis se realiza por una gran puerta llamada los Propileos. A su lado derecho y frontal se encuentra el Templo de Atenea Niké que es un Pequeño templo jónico próximo a los Propileos. Su construcción terminó el 424 a.C.. Una gran estatua de bronce de Atenea, realizada por Fidias, se encontraba originariamente en el centro. A la derecha de donde se erigía esta escultura se encuentra el Partenón, con su célebre tribuna sostenida por seis cariátides; El Partenón era el principal templo de la Acrópolis de Atenas dedicado a la diosa Atenea. Su construcción finalizó en el 432 a.C después de 15 años de obras. También podemos destacar el Erecteion: De este templo destaca el pórtico de las Cariátides, estatuas de muchachas que sustentan el techo a modo de columnas. Su construcción terminó el 406 a.C.

 En la ladera sur de la Acrópolis se encuentran los restos de otros edificios entre los que destaca un teatro al aire libre llamado Teatro de Dionisos, donde estrenaron sus obras Sófocles, Aristófanes y Esquilo.


Cada año los atenienses celebraban unas fiestas, llamadas Panateneas, en honor de la diosa Atenea. En ellas los atenienses iban en procesión a la Acrópolis y vestían a la estatua de Atenea con ropas nuevas.

Si vamos a visitar Atenas para que a los niños no se les haga la visita monótona les podemos contar adecuándonos a su edad como si fuera un cuento la historia del Partenón:


      Hace 2500 años, la ciudad de Atenas fue atacada por unos soldados persas. Los atenienses tuvieron que abandonar su ciudad. Más adelante vencieron a los persas, pero Atenas estaba en ruinas y tuvo que ser reconstruida. El hombre que tomó a su cargo la reconstrucción de Atenas reunió a los mejores arquitectos, escultores y artesanos y reconstruyeron la ciudad. Poseía montones de hermosos edificios. Pero el mejor de todos era el Partenón.


El Partenón era el templo de la diosa Atenea. Fue construido en la cima de una colina llamada la Acrópolis. Podía ser visto desde toda Atenas. Dentro del Partenón había una inmensa estatua de la diosa. Afuera, en lo alto de sus cuatro paredes había una serie de esculturas que daban la vuelta a todo el edificio. Estas esculturas no habían sido agregadas al edificio, sino que los escultores las pusieron directamente en la piedra que formaba las paredes del edificio. Mucha gente piensa que estas esculturas es uno de las más maravillosas obras de arte jamás creadas.
El Partenón fue el templo de Atenea para siempre. La estatua de Atenea fue destruida. Cuando Europa se convirtió al Cristianismo el templo fue transformado en una iglesia. Más adelante, los turcos conquistaron Atenas y lo convirtieron en una mezquita. A pesar de todo, el edificio sobrevivió por siglos y siglos. En 1687 un general italiano llamado llegó a Atenas. Estaba en guerra con los turcos y cañoneó la Acrópolis. Sabía que los turcos utilizaban el edificio como arsenal (donde se almacenan las armas). El Partenón estaba lleno de pólvora y una de las municiones disparadas le acertó, haciendo explotar la pólvora. Esto causó un terrible daño al Partenón. El techo fue arrancado y todo en el interior fue destruido. Pero como por milagro, las esculturas sobrevivieron.

Un Lord inglés quería conseguir algunas estatuas de la Grecia Antigua para decorar su mansión en Escocia. Viajó por Grecia buscando cosas para enviar a gran Bretaña. Contrató a un artista para hacer dibujos de esculturas y edificios griegos. Cuando llegó a la Acrópolis se le otorgó permiso para llevarse cualquier cosa que encontrara tirada en el piso. Por lo que decidió apropiarse de las estatuas  del Partenón y enviarlas a Inglaterra.

Como he explicado anteriormente, el friso era parte del edificio. No estaba simplemente pegado. Por esta causa, tuvo que conseguir trabajadores que lo cortaran del edificio. Esto provocó también la destrucción de partes del edificio para poder bajar las esculturas al piso.

Este lord  causó un terrible daño al edificio del Partenón. Se llevó aproximadamente la mitad del friso y otras esculturas del Partenón y las envió a Inglaterra. Luego, las cosas se pusieron mal para este Lord. Se encontró tan escaso de dinero que decidió vender los Mármoles del Partenón al gobierno británico. Algunos miembros del Parlamento opinaron que había hecho algo terrible al remover los Mármoles del Partenón. Sin embargo, se decidió comprarle Los Mármoles del Partenón y exhibirlos en el Museo Británico. Y allí permanecen desde entonces.

Otros lugares que podemos visitar de interés en Atenas  en un solo día son: el barrio de plaka, la plaza sintagma, el palacio presidencial (con el cambio de guardia), el museo arqueológico,.. tenéis que tener en cuenta si vais en crucero como nosotros que no disponéis de mucho tiempo y que no podemos detenernos en profundidad en los sitios.

Debido al calor nosotros decidimos al salir de la Acrópolis,  que era el lugar que más ganas teníamos de ver, que debido al calor cogeríamos uno de esos buses turísticos que te llevan por los lugares más emblemáticos de la ciudad y te puedes bajar donde quieras, así nos haríamos una idea de la ciudad y nos evitaríamos el calor que hacía en la calle. También optamos por esta opción debido a que una de las rutas del autobús nos dejaba en el puerto; así que después de hacer un recorrido por toda la ciudad cogimos la otra línea de autobús que nos llevo directamente al puerto donde cogimos sin problemas nuestro barco.

En Atenas no quedamos con tanta sensación de habernos dejado cosas en el tintero, pero si con una sensación impresionante al disfrutar de la Acrópolis que solo podemos definir con una palabra: “Magnifica”; quizá alguna día volvamos y disfrutemos de los lugares que no pudimos ver….

Continuara….

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