Un viaje por la campiña Francesa puede resultar atractivo en
cuanto a paisajes, pueblos con encanto, etc… pero este no era nuestro objetivo
a la hora de realizar este trayecto. En otro momento optaremos por esta opción,
pero en esta ocasión utilizamos las autopistas francesas para la realización de
nuestros recorridos. Nuestra idea era realizar trayectos rápidos, descansar y
poder pasar tiempo juntos. y La ruta que
realizamos fue la siguiente.
Primer día: Madrid-Oiartzun. 463 km. 23,15 euros de peaje.
Coste aproximado del trayecto: 77 euros.
Salimos tarde de Madrid debido al trabajo, por lo que
llegamos bastante tarde a la Pensión Amazkar que era donde teníamos reservada
nuestra habitación. Habitaciones muy modernas a un precio muy asequible. Como
ya señale anteriormente estos días intentamos minimizar costes los máximo
posible por lo que la mayoría de las comidas las preparábamos nosotros
ayudándonos de un hornillo que tenemos que funciona con alcohol de quemar y que
nos permite calentar comida preparada.
En cuanto al pueblo de Oairtzun, lo poco que pudimos ver de
él nos gustó mucho; situado en un enclave natural de una belleza incomparable,
nos hace asegurar que volveremos a visitarlo, esta vez con más tiempo.
Segundo Día : Oiartzun-Niort. 415 km. 27.05 euros de peaje.
Coste aproximado del trayecto: 73 euros.
Nos levantamos tarde de Oiartzun ya que necesitábamos
descansar y realizamos el trayecto con bastante tranquilidad ya que no teníamos
muchas horas de conducción. El hotel en que nos alojamos fue el Ibis Budget
Niort. Un Hotel muy económico que resulta muy correcto como hotel de paso . Me
gustaría destacar una cosa en estos hoteles. En ocasiones no disponen de
recepción. Tienen una especie de cajero automático en la puerta en el que
tienes que meter el código de reserva y una tarjeta de crédito y ellos ya te
proveen de la tarjeta de entrada en tu habitación( por si llegáis a uno de estos hoteles y os encontráis con la
puerta cerrada)
Tercer día :
Niort-Le Mont saint Michel. 9.90 euros de peaje. Coste aproximado del
trayecto: 46 euros.
Este trayecto era el más corto del itinerario. Lo hicimos así
adrede ya que queríamos llegar pronto a Le Mont Saint Michel.
El Monte Saint-Michel es una comuna francesa del departamento de la Mancha, en la región de Baja Normandía. Situado sobre en una roca en una isla mareal del estuario del río Couesnon, debe su nombre a la abadía consagrada al culto del arcángel San Miguel.
Esta isla es igualmente el centro natural, a falta de ser el centro geográfico, del pueblo de Monte Saint-Michel, perteneciente al cantón de Pontorson, en el departamento francés de la Mancha.
La arquitectura prodigiosa del monte Saint-Michel y su bahía lo hacen el sitio turístico más concurrido de Normandía y uno de los primeros de Francia, con unos 3,2 millones de visitantes cada año. Una estatua de San Miguel Arcángel colocada en la cumbre de la iglesia abacial se erige a 170 metros (m) por encima de la orilla.
Los numerosos edificios del lugar están individualmente clasificados como monumentos históricos (la iglesia parroquial desde 1909, por ejemplo) o inscritos en el inventario suplementario de los monumentos históricos.
Declarado monumento histórico en 1862, el monte Saint-Michel figura desde 1979 en la lista del patrimonio de la humanidad de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés).
Las mareas espectaculares de la bahía contribuyeron mucho a hacer del monte una fortaleza inexpugnable. Durante siglos únicamente era accesible por vía terrestre en los momentos de marea baja, y por vía marítima cuando la marea era alta. Actualmente se puede acceder a la abadía en todo momento gracias a la carretera que lleva a los pies de la roca.
La acción más notable en este sentido fue la construcción en 1880 de un dique insumergible por los "Caminos, Canales y Puertos", a pesar de la oposición de autoridades diversas. Este dique precipitó el enarenamiento de la bahía, y convenía demolerlo, con el fin de eliminar la excesiva sedimentación que amenazaba la insularidad del monte y facilitar la acción de las mareas y las corrientes fluviales.
Un nuevo proyecto para eliminar los sedimentos que han modificado los flujos marinos en la bahía está en curso para devolver su anterior insularidad a la roca, los trabajos se iniciaron en 2005 y serán finalizados en 2015[ entre otras cosas se ha construido una presa para regular las aguas del río Couesnon, nuevos aparcamientos para los visitantes a cierta distancia, la carretera-dique será reemplazada por un puente-pasarela y el turismo accederá a pie o en transporte especial organizado.
La visita a El monte Saint Michel es absolutamente espectacular. Un autobús gratuito os acerca desde el pueblo hasta la roca ya que hoy día no podemos llegar con nuestro coche hasta ella debido a los trabajo de restauración del dique. Es una visita imprescindible si uno realiza una ruta por la costa francesa. Os encantaran sus calles con aire medieval y las vistas espectaculares que podemos observar desde la abadía.
En Saint Michel nos podemos alojar en hoteles o como hicimos nosotros en un camping. Elegimos el camping Aux Pommier que cuenta con varios tipos de alojamientos a un precio fantástico. Elegimos una móvil home que tenía 2 habitaciones y un saloncito, pero no tenía baño propio; había que utilizar el comunitario del camping. Eso si cuando te vas tienes que dejar todo como lo has encontrado. Lo limpias tú. El precio: 45 euros. Todo muy limpio y muy cerca del monte.
Cuarto día:
Le Mont Saint Michel- Calais. 25 euros de peaje. Coste aproximado del trayecto:
77 euros.
Con un poco de pena de dejar un sitio tan maravilloso partimos el día siguiente hacia Calais. Un problemilla con la ventanilla del coche (cosas que pasan cuando uno hace viajes tan largos..) hizo que nos retrasáramos más de la cuenta y llegamos con la hora justa para coger el ferry que nos llevaría al reino unido. Íbamos un poco agobiados por llegar tan justos; pero una vez allí nos dimos cuenta que el ferry salía con retraso y ya nos relajamos…
Dos horas más tarde desembarcábamos en el Reino unido. El viaje en ferry esta vez fue tranquilo. En ocasiones estos trayectos pueden ser un poco “moviditos” por los que nos está de más llevar en la maleta unos chicles para el mareo.
Ahora nos tocaba “cambiar el chip”, comenzar a conducir por la izquierda y empezar a descubrir los hermosos paisajes que nos ofrecía el sur del Reino Unido, pero eso forma parte de la siguiente historia.
Continuara….
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